Indolencia
Siempre ha sido traicionado por su propia verborrea:
El caracazo fue para Teodoro Petkoff una nueva oportunidad para lavarse las manos |
El 01 de marzo de 1989, aún con la ciudad oliendo a sangre, Teodoro, desde su curul parlamentario, abrió la boca para responder las acusaciones de agitación social que se le endilgaron a los partidos de izquierda: "La única fuerza política que puede desatar esta movilización popular es el Plan Tinoco". Nada dijo el diputado masista sobre la masacre que en las calles aún cobraba víctimas en los sectores populares.
Ignacio Betancourt, secretario privado de CAP , en un testimonio periodístico en febrero de 1999, contó: “El 28 de febrero de 1989 toda la elite del país se reunió en Miraflores y entendió que debía apoyar el sistema. Por eso creo que no cayó el gobierno, en ese momento (...) La poblada aflojó la reticencia de las cúpulas para materializar acuerdos (...) Cuando regresé a Palacio, CAP todavía le estaba contando a un grupo -recuerdo que estaban Teodoro Petkoff, Andrés Velásquez y Vladimir Gessen- cuáles serían las garantías que se uspenderían. Petkoff decía que el MAS "no apoyaría el acuerdo de suspender garantías, si el Gobierno no aplazaba su paquete fondomonetarista". ¡Que ronía!
Del Valle Alliegro no encontró un mínimo de resistencia para aplicar la pena de muerte el 27-F |
Italo del Valle Alliegro, Ministro de la Defensa en 1989. Los políticos y no las AN deben cargar con muertos del 27-F: ``En el Palacio de Miraflores se presenta una discusión muy larga. Si no recuerdo mal, ahí estaban Leandro Mora, Canache Mata, Eduardo Fernández. También hablé con Teodoro Petkoff esa noche. Yo les decía que no bastaba con que las tropas salieran, sino que la medida debía estar acompañada por un decreto de suspensión de garantías y un toque de queda que se prolongara hasta el jueves, como mínimo”. Teodoro calló. Y fue cómplice de la Pena de Muerte decretada esa noche.
El 15 de junio de 1989, salió desde la Plaza Morelos la Marcha de los Pendejos. Gracias a la licencia otorgada por Arturo Uslar Pietri, el vocablo que define a los hombres cobardes y apocados, inspiró una marcha. Los periódico registraron que en la Plaza El Venezolano los manifestantes se dividieron en tres ramales: unos fueron a Miraflores, otros al Congreso, y el último, encabezado por las figuras más visibles de la organización: Carlos Tablante, Teodoro Petkoff, Pedro León Zapata, entre otros, fue a dar a la Fiscalía General de la República con un pronunciamiento escrito de la "gente honesta del país", dirigido al entonces fiscal Ramón Escovar Salom. La convocatoria no tuvo mayor concurrencia. En realidad, quienes fueron a marchar fueron los “vivos”; a los pendejos los reprimieron y mataron unos meses antes, en febrero.
El FMI encontró en Teodoro Petkoff al converso más leal en la historia de América Latina |
``El anuncio hecho por Teodoro Petkoff en materia cambiaria sobre la libre convertibilidad del tipo de cambio indica que el nuevo ministro de Cordiplan ``aprende rápido'' y que deja atrás los disparates cometidos por el ex titular de Hacienda Luis Raúl Matos Azócar, quien hablaba de liberación parcial, manteniendo controles sobre la cuenta de capitales''. La aseveración corresponde a Miguel Rodríguez. Paquético encontró en Teddy al más fiel exponente del continuismo fondomonetarista. Marzo, 1997.
Otra omisión de Teo, a cuenta de vidas inocentes. Lo de El Encanto fue una operación que no estuvo enmarcada dentro de lo que conocemos como el código de honor de los revolucionarios; por lo tanto, evidentemente afectó al resto de los movimientos revolucionarios que estaban combatiendo en ese momento. (...) Si tú eres un comandante de una unidad y alguien dentro de esa unidad comete un error, tú no puedes acudir a la policía para decir: ``Este hombre cometió este error'', y eso fue prácticamente lo que hicieron muchos en ese entonces: señalar con el dedo a los responsables de aquella operación. Para eso existen unos códigos, una ética revolucionaria. Nosotros mismos establecimos contacto- y esto podemos revelarlo ahora, pero no podíamos hacerlo en ese instante-, entre otras personas, con Teodoro Petkoff, y le manifestamos nuestro desacuerdo, pero nunca incurrimos en un absurdo comola delación o señalamiento público contra la operación, tampoco contra el movimiento que la llevó a cabo (...) Douglas Bravo, dirigente político Ejercicio de Memoria. Asalto al tren de El Encanto. Castigar, no divulgar. Julio 1997.
En diciembre de 1998 llegó la noticia sobre la muerte en Siria de Nehemet Chagín Simón, el más famoso de los árabes en la Venezuela de la década de los 60. Conocido como "Simón, el árabe" fue el íntimo cómplice de la fuga de Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez y Guillermo García Ponce del Cuartel San Carlos, en febrero de 1967, al cubrir con una bodega como fachada el lugar desde donde se construyó el túnel. El 15 de enero de 1968, el trío de prófugos fue capturado por la Digepol. Luego, con el triunfo electoral de Caldera y después de algunas conversaciones con Hilarión Cardozo, emisario de Copei en el proceso de pacificación, Petkoff, Márquez y García Ponce se integraron a la democracia. El pendejo fue “Simón”, quien solicitó ayuda a Petkoff por considerarlo su camarada más afín y sólo consiguió “puertas cerradas”. Simón no fue tomado en cuenta por la política de pacificación ni por Teddy, a quien consideraba casi un paisano. Así que el sirio huyó de nuestro país y se refugió en Moscú durante varios años. Finalmente, vendió la historia de la fuga al cine soviético para poder vivir y regresar a Damasco.
Guillermo García once, se llevó a la tumba muchos secretos sobre las andanzas de Petkoff |
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