La señora Ida Malec de Petkoff, madre de Teodoro Petkoff, falleció en 1979 |
Inversiones Foktep (Petkof, leído al revés) relacionada con actividades mercantiles conexas con el ramo de la construcción, importación, exportación, compra y venta de materiales y equipos de construcción. La empresa quedó constituida de la siguiente manera: 50% propiedad de Teo y 50% de Luben, ambos Directores Gerentes. Y con un capital inscrito de 400 mil bolívares.
El documento se formalizó el 21 de noviembre de 1993 en el Registro Primero Mercantil del Distrito Federal y estado Miranda, a cargo de María Teresa Lusinchi Castillo, hija de Jaime Lusinchi, otro ex presidente amigo intimo de Teodoro Petkoff.
Además de mampara para negociados diversos, Inversiones Foktep sirvió para contratar obras y traer insumos importados para Cantv. Luben había dejado contactos claves allí, gracias al cargo que Lusinchi le había asignado en la nómina de la telefónica. Pero la actividad encubierta y más productiva estaba centrada en el contrabando y tráfico de sustancias ilícitas utilizando a Cuba como puente.
Cuando de pillaje se trata, todo se vale. Las mafias del Caribe encontraron en la empresa de los Petkoff una excelente lavadora de dinero, incluso procedente del narcotráfico o de asaltos bancarios. Otro tanto hacía Teddy con Pompeyo y las cuentas bancarias del MAS.
Pero un toque maestro de los “búlgaros brother”, se realizó en 1994. Los bienes raíces de la sucesión Petkoff, ubicados en el lujoso y costoso Municipio Chacao no habían cumplido con sus obligaciones fiscales a propósito de la muerte de Ida Malec viuda de Petkoff. Entonces, Luben y Teddy otorgaron un poder ad affectum videndi a María Teresa Azcuna Collante, cédula de identidad 4.081.777, quien se convirtió en representante plenipotenciaria de Inversiones Foktep.
¿Quién era para ese momento María Teresa Azcuna Collante?, pues ni más ni menos que la esposa de Luben, según consta en el acta que reposa en la Prefectura del Municipio Los Salias, del estado Miranda, de fecha 17 de octubre de 1988, día en que la pareja formalizó su concubinato y legitimó a Ida, hija de ambos nacida el 14 de abril de 1986.El caso es que Teddy y Luben valiéndose del viejo poder otorgado por la madre, vendieron a Inversiones Foktep todos los bienes de la sucesión Petkoff. Esto implicó pasar por alto el fallecimiento de Ida Malec viuda de Petkoff; cuyo deceso dejó sin ningún efecto el poder utilizado para vender a Inversiones Foktep los activos citados. Luego, para obtener copias certificadas de dicho poder era necesario el Registro de Información Fiscal de Ida Malec, quien ya para la fecha descansaba en paz en una fosa del Cementerio del Este, así que los hermanitos hicieron “firmar” a la difunta madre su inscripción en el Ministerio de Hacienda el 17 de diciembre de 1993, catorce años después de haber fallecido. El documento tiene como dirección fiscal la avenida El Picacho, Quinta El Cigarral, San Antonio de los Altos; es decir, que en 1993 se hospedaba con su hijo Luben y su nuera María Teresa Azcuna de Petkoff, y no en la bóveda donde fue sepultada. ¡Qué poco serio ese cementerio!
En síntesis: a la muerte de Ida Malec de Petkoff, el 10 de octubre de 1979, no se hizo las respectiva declaración sucesoral, lo cual implicó una estafa al Fisco por aproximadamente 30 millones de bolívares de la época, a alrededor de 7 millones de dólares de aquellos años (unos 22 millones de dólares de ahora).
Los otorgantes de esta venta fraudulenta fueron Luben Petkoff (fallecido el 21 de enero de 1999) y María Teresa Azcuna, con la participación del varias veces diputado y ex candidato a Presidente, también ex ministro de Cordiplan, nos referimos, por supuesto, a Teodoro Petkoff.
En esa venta se usó un poder prescrito el 10 de octubre de 1979, a raíz del fallecimiento de Ida Malec, quien en 1994 fue resucitada por sus hijos para que sacara un RIF en el Ministerio de Hacienda.
Sería interesante que el Seniat, la Fiscalía General de la República, la
Procuraduría General de la República y el Ministerio de Finanzas hicieran una investigación propia sobre esta conspiración de fraude contra la nación y, por ende, contra la sociedad. Teodoro Petkoff y su cuñada Maria Teresa Azcuna de Petkoff deben responder penalmente por sus conductas delictivas contra el Estado venezolano, más aún habiendo sido Teodoro Petkoff figura pública en el segundo gobierno de Caldera.
1 comentario:
Que bolas y yo que en esos tiempos juveniles le echaba pichón a todos los enfrentamientos que hacíamos los que creiamos y creemos en una izquierda seria hasta llegue admirar entre otros al choro de Teodoro, cuando estuve en los allanamientos de la UCV creyendo en estos sartrapas de casualidad no perdí la vida por diferentes circunstancias luchando por nuestros derechos,estuve en reuniones clandestinas para luego salir corriendo evadido por los perros de los servicios de inteligencia de la epoca y Mr. Teodoro nunca lo agarraban y torturaban como era costumbre, que le agan la corbata a ese perro se lo merece por traidor.
Publicar un comentario