Para muestra un botón: el primer folio de la planilla sucesoral de los Petkoff-Malec |
Entre los activos de la sucesión Petkoff se hallan:
a) Un apartamento distinguido con el número 11, piso 5 que forma parte del edificio Roraima, situado en la intersección de las avenidas Libertador y Arboleda, en la urbanización El Bosque, en aquel entonces, jurisdicción del Distrito Sucre del estado Miranda, hoy en día Municipio Chacao. Este inmueble fue adquirido por papá Petkoff, según consta en documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro, el 30 de octubre de 1968. Y su valor para la fecha fue de 69.900 bolívares (alrededor de 18 mil dólares de la época y unos 220 mil dólares de los actuales). Es decir, que el mismo año en que Teddy y Luben abandonaban las montañas y se entregaban a la dulce pacificación, la familia prosperaba en bienes de fortuna. Sin dudas, los gobiernos de Caldera fueron muy provechosos para Los Petkoff-Malec.
b) Dos lotes de terreno y las construcciones en ellos existentes, ubicados en el lugar denominado Los Ravelos de Chacao, en aquel entonces, Distrito Sucre, del estado Miranda. Determinados así: lote 1 está distinguido con el N 114, mide 11,10 metros de frente por 35,60 metros de fondo y comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte, terrenos que son o fueron de Escolástico Sosa; Sur, carretera del Este que lo separa de un inmueble de los sucesores de Alberto Sosa; Este, casa que es o fue de María de Jesús Sanoja, y Oeste, casa que es o fue de Salustiano Romero. Este inmueble fue adquirido por el cabeza de familia de los Petkoff, según consta en documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro, el día 21 de noviembre de 1946.
c) Un segundo lote de terreno, contiguo al deslindado anteriormente, comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte, con casa que es o fue de Carmen Rodríguez de Salas y en parte con terreno propiedad de Henrique Ochoa Palacios; Este, con el inmueble N 114, de Petkoff; y Oeste, con casa que es o fue de Abelardo Raidi. Fue adquirido por el causante según consta de documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro, el día 26 de octubre de 1953. La suma de ambos lotes de terrenos ascendía a 633.776 bolívares (al cambio de aquellos años, alrededor de 211 mil dólares de la época y casi millón y medio de dólares de ahora) ¿Qué les parece? En pleno florecimiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
d) Y, por último, además de letras de cambio en monedas extranjeras, y muchas otras cosas (como un lote de terreno en El Valle) que no fueron valoradas ni declaradas, como las bienechurias sobre los terrenos de Chacao (locales comerciales, una vivienda y un galpón industrial), Petko Tedoroff Petkoff Fresteff dejó un fondo de comercio denominado Tipografía Sorocaima, valorado en 20.000 bolívares (alrededor de 7 mil dólares de aquellos años y unos 50 mil de los de hoy), cuya maquinaria estaba destinada a la producción de papel carbón, papel parafinado y engomado. Con base en dicha actividad industrial, Petko obtuvo diversos créditos bancarios, entre estos uno del Banco Industrial de Venezuela, que, por cierto, jamás canceló, sobre el cual escribiremos en las próximas páginas. Lo curioso es que el BIV nunca lo embargo, a pesar de haber sido mala paga. Así la pequeña fortuna de los Petkoff se fue amasando con el aliño del maula y los privilegios de la política.
El monto o avalúo de los bienes de la sucesión Petkoff, aunque parezca ahora insignificante, para la época sobrepasó los 250 mil dólares, que equivaldrían actualmente a unos 10,5 millones de dólares (sin contar los bienes no declarados). Lo significativo en este relato se halla en la prosperidad de una familia conformada por “guerrilleros inmigrantes” y el abismo entre lo que siempre predicaron y la manera como actuaron. Queda Teddy como muestra.
Transcurridos escasos meses de la muerte de Petko, Ida Malec de Petkoff, profesión médico, cédula de identidad 94.630, y Teodoro, profesión economista, cédula de identidad 613.358, deciden otorgar un poder general amplio y bastante, en cuanto a derecho se refiere, a Luben, profesión comerciante, cédula de identidad 606.363, quien pasó a ser el heredero apoderado de la sucesión Petkoff.
Así consta en el documento presentado el 12 de diciembre de 1974 ante el Subalterno del Tercer Circuito de Registro del Distrito Sucre del estado Miranda. Es decir, a escasos cinco meses de la muerte de Petko.
Queda así en manos de Luben la administración y multiplicación de los panes. ¡Y mire como se multiplicaron!
El 10 de octubre de 1979 es sepultada en el Cementerio de Municipio El Hatillo, mejor conocido como La Guairita, Ida Malec de Petkoff. El deceso de la viuda de Petko y madre de las joyitas Teo y Luben pasa inadvertido para el fisco nacional. Los hermanitos búlgaros se hacen los “suecos” en relación con el correspondiente 50% de los bienes patrimoniales de la sucesión propiedad de la madre que los parió.
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