El Gabo siempre hizo negocios con la izquerda. Pero le gusta vivir en Europa como todo un Monarca |
El partido llegó a instaurar la figura del funcionario político, que devengaba salarios mensuales por trabajar en la organización de las diferentes actividades partidistas y hasta mantuvo un semanario: “Punto”.
Si bien el MAS había colocado algunos parlamentarios, a quienes descontaba una parte importante del salario para el partido, los niveles de vida de la jerarquía masista y el mantenimiento de las operaciones no se justificaban.
Las colaboraciones de los amigos era el argumento que daban ante incómodos señalamientos. Inclusive, en una oportunidad, Gabriel García Márquez les donó los 100 mil bolívares que obtuvo del premio de literatura Don Rómulo Gallegos.
El parentesco del Gabo con Pompeyo y su simpatía por los ideales revisionistas lo llevaron a realizar dicho donativo. Lo mágico-religioso fue como esos 100 mil bolívares no se gastaron sino, por el contrario, se multiplicaron en millones y millones de dólares.
Pero no sólo Gabo y Luben, entre otros hacían aportes al MAS, también los hermanos Ojeda Negretti, sobrinos políticos de Pompeyo Márquez, se especializaron en atracar bancos y transportes de valores. Eso sí, con fines revolucionarios.
En una ocasión utilizaron un vehículo con placas del Congreso, propiedad del tío. Así, Santos Yorme también aportaba su línea delincuencial de negocios.
Oswaldo Barreto fue un maestro en el arte asalto armado. Hoy en día Petkoff lo conserva entre sus más fieles colaboradores |
Ni que decir de Oswaldo Barreto, actualmente especialista en opinión pública de Tal Cual, quien planificó y realizó los atracos más espectaculares que se recuerden en Venezuela. O de la banda de Orlando Rivas, el concejal roba carros, apodado la “naranjita china”. Todo esto y mucho MAS con la anuencia del jefe, Teodoro Petkoff. Pero como termina pasando con todas las mafias, al final las disputas internas terminaron con todo el negocio.
Una vez en el poder, gracias al guía espiritual del chiripero, el teodorismo (la Patria) y el pompeyismo (los Perros) lograron colocarse y manejar jugosos recursos. Pero, progresivamente, dejaron en el olvido al resto de la fauna masista (Halcones, Tucanes, Troskos, etc), la cual encontró en Chávez una vía para resarcirse de la peladera de bolas. El resto de la historia es conocida, algunos se colocaron y se quedaron; otros, se volvieron locos, se pelearon y se jodieron.
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